La sabiduría de Zumthor

El enigmático espacio interior de las Termas de Vals. Peter Zumthor. Graubunden 1996

A medida que transcurre el tiempo aparecen nuevos y numerosos galardones y premios que pretenden reconocer los meritos profesionales y artísticos. Al parecer, se trata de apoyar así el trabajo valioso en numerosas disciplinas pero también magnificar indirectamente el papel de mecenazgo de quien lo estimula. Sin embargo, y como consecuencia de su seriedad y consistencia, solo algunas entre estas distinciones adquieren un valor real para difundir trayectorias verdaderamente importantes. Como ocurre con la Medalla de la Arquitectura que el Royal Institute of British Architecture británico concede anualmente desde 1848 y que este año ha recaído en Peter Zumthor.

En 2013, la RIBA Royal Gold Medal ha sido concedida al multipremiado arquitecto suizo Zumthor. Un artista del espacio con una especial sensibilidad para los materiales y las atmósferas cuyas propuestas surgen de una radical práctica artesana. Es la consecuencia de una trayectoria comprometida el oficio de la construcción pero también con el arte universal. Su largo recorrido profesional se inicia en 1958, entonces el arquitecto de Basilea comienza su aprendizaje de la carpintería para luego pasar a estudiar diseño industrial y acabar formándose como arquitecto en Nueva York, diez años más tarde. Con ese bagaje adquirido ha logrado algunas obras excepcionales construidas a lo largo de los últimos treinta años.

Peter Zumthor es un personaje ampliamente conocido en el mundo de la arquitectura internacional. Ha enseñado en centros prestigiosos de numerosos países y ha realizado edificios magníficos a lo largo de su ya dilatada carrera. Es un personaje muy ligado a su comunidad de origen. Siempre ha querido construir en las cercanías de su residencia personal, fundamentalmente en el cantón suizo de Graubünden; como la Capilla de Sankt Benedikt en Sumvigt de 1989, las Termas de Vals de 1996 o la Casa del Arte de Bregenz de 1997. Ha sido una forma de lograr transmitir esa especial impronta personal que solo se produce trabajando e interaccionando de una manera próxima con los múltiples actores que intervienen en una obra de arquitectura. Con los años, y su creciente reconocimiento mundial, ha pasado también a empezar a realizar trabajos en otros países más lejanos como la Capilla del Hermano Klaus en Mechernich, en Alemania o el Memorial de las Victimas de la caza de Brujas en Vardø, en Noruega de 2011.

Su obra se caracteriza por una gran maestría, precisión y vigilancia en la disposición constructiva de los materiales. A partir de una disciplina estricta, de gran contención y control de la luz, genera espacios poéticos altamente inspiradores que demuestran indirectamente la profundidad del pensamiento de su autor. Es seguidor de la corriente filosófica de la fenomenología y produce así belleza desde el silencio, las emociones esenciales y la integridad de pensamiento.

En su conferencia de agradecimiento al otorgamiento de la Medalla del RIBA, que se celebró en Febrero pasado, apenas utilizó imágenes para expresar la cualidad de la experiencia propia y sus sentimientos más profundos. La tituló Siete observaciones sobre la presencia en Arquitectura y es un documento excepcional que permite apreciar la calidad de un pensamiento único en la arquitectura contemporánea.

Royal Gold Medal 2013 Lecture – Peter Zumthor from RIBA on Vimeo.

Extracto aquí algunas de ideas que quiso transmitir allí formando parte de esas observaciones que identifica con la representación del espacio:

 1.- Primavera de 1951 Recuerdos de la ciudad de Basilea
Unos primeros recuerdos personales en la calle, corriendo junto al río al comienzo de la primavera y sintiendo unos olores determinados que permanecen en el recuerdo a lo largo de la vida, hacen que se identifique para siempre a la ciudad en la que se nace con unas imágenes mentales determinadas que vuelven recurrentemente.

2.- Como un árbol.
Refiriéndose a una obra específica de un novelista austriaco poco conocido, Stifter, en la que describe un paisaje específico durante decenas y decenas de páginas, el arquitecto acaba sintiendo el carácter emocional de ese espacio geográfico concreto. Según él, y en relación a esa imagen, una verdadera obra de arte acaba construyendo una apariencia como demuestra este ejemplo literario. Algo que tiene raíces, tronco y ramas, como un árbol; y que crece hasta convertirse en una realidad tangible para los sentidos. La construcción de una presencia debe de ser algo que se evidencia a sí mismo, que parte del silencio y acaba no necesitando de una explicación.

 3.- Construyendo presencia en Arquitectura.
Primer intento: Construcción pura (minuto 13,36)
Partiendo de la idea de lograr una presencia en arquitectura, Zumthor presenta un primer intento de construir algo así en un trabajo comisionado para definir un Monumento a la Gestapo en Berlín. Partía de una idea simple, una viga y un tornillo que se combinan en variaciones diversas. Un proyecto que no llegó a concretarse pero, para él, si que adquirió una relevancia en la mente de algunas personas. Posteriormente, veinte años después, recuperaría ese concepto para realizar otro espacio conmemorativo, un monumento a las 19 mujeres quemadas, acusadas de prácticas de brujería, en el Memorial de Vardø en Noruega. Como expresa a este respecto, las ideas no se pierden.

Memorial Steilneset. Vardø en Noruega. Peter Zumthor y Louise Bourgeois, 2011  
 
4.- Segundo intento: El epítome de una cocina
O hazlo típico, entonces se convertirá en especial (minuto 18,32)
Cuando se aborda un trabajo artístico se incorpora a ese esfuerzo toda la experiencia específica de una persona. Aquello que sintió y disfrutó individualmente, lo que conoció mediante la cultura, lo aprendido de múltiples fuentes, la interacción con los otros, etc. Como una cocina que para alguien que proyecta acaba convirtiéndose en algo muy personal, el epítome de un uso del espacio. De esa manera, la experiencia banal y simple acumulada junto a esa condensación espacial que parte del recuerdo de una persona, acaba convirtiéndose en un espacio especial, único.

5.- Tercer intento: La forma sigue a algo
O el Cuerpo de la Arquitectura (minuto 22,20)
Para Zumthor, el diseño de un edificio no trata de la forma, sino del resto de las cosas que le afectan, el uso, la luz, la estructura, el olor, las sombras, etc. Eso es lo realmente importante, que denomina el cuerpo de la arquitectura.
La forma es el producto resultante de ese esfuerzo anterior y lo más fácil de controlar. Es la creación de la presencia, del cuerpo de la arquitectura lo que es más difícil de crear. Es algo relacionado con la construcción y, desde luego, con la materialidad. Colocar correctamente las componentes de la obra de arquitectura es una especie de alquimia en la que si se realizan las combinaciones apropiadas empieza a surgir algo que va más allá de la pura apariencia.
Como el romance que ha aparecido entre  el agua y la piedra en las Termas de Vals. Allí hay una relación de belleza que nace sorpresivamente del diálogo de esos dos materiales y no tiene nada que ver con la forma.

6.- Cuarto intento: La casa sin forma
Una traición al propio método del arquitecto (minuto 27,06)
En uno de los lugares en que Zumthor enseña arquitectura propuso hace años un ejercicio heterodoxo a los estudiantes de arquitectura: Pensar un proyecto sin recurrir a planos o maquetas.
Simplemente expresar las emociones inherentes a los lugares familiares y las experiencias particulares de cada cual. Como el que surgió en relación a Creta en que la alumna recurre a la tierra roja, una ventana, una silla y una mesa concreta desde la que se puede hacer una lectura muy personal. Todo ello, es algo coherente con la construcción de espacios emocionales, como ocurre en la capilla para el hermano Klaus.

7.- Quinto intento: Último
La sonata nº 2 en E bajo mayor para Viola y Piano de Johannes Brams (minuto 31.20)
La música es como una herramienta sensacional para atrapar la emoción en un instante. Una cualidad poética que en otras artes es muchísimo más difícil de obtener. Lo interesante es lograr esa misma reacción en una obra de arquitectura donde uno mismo es el artífice que atrapa la belleza a través de la evocación de experiencias que te son próximas.
Para Zumthor, todo este esfuerzo se trata de algo simple: tener el sentimiento de que estás en el mundo, que formas parte de ese lugar y que siempre es más grande que tú.

Más Información:
Peter Zumthor. RIBA Royal Gold Medal 2013
Architecture is not about form. Dezeen Magazine 06/02/2013

Capilla del Hermano Klaus. Mechernich, Alemania. Peter Zumthor, 2007

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