James English Leary

La inquieta personalidad del artista.
Por Noemí Feo Rodríguez

Get it?. 142 x 198 cms. James English Leary, 2013

A través de diez láminas en las que se representan manchas de tinta sobre un fondo blanco, una persona debe decir lo que ve. Este es, a grosso modo, el conocido como Test de Rorschach publicado en 1921.1 Según lo que defina se revela un funcionamiento psíquico determinado. En este sentido, el artista norteamericano James English Leary crea su particular test e invita al espectador a interpretarlo.

Su exposición, Rorschach Rhapsody, celebrada en la Galería Leyendecker de Santa Cruz de Tenerife e inaugurada en Septiembre, contiene diecisiete acrílicos realizados en este mismo año, diez sobre lienzo y siete sobre papel.2 A través de formas, colores y letras se establece una lectura plural de la obra, influenciada por los conceptos psicoanalíticos.

Leary, quién reside y trabaja en Estados Unidos, estudió en la prestigiosa institución The Cooper Union for the Advancement of Science and Art. Miembro del colectivo artístico neoyorkino Bruce High Quality Foundation (BHQF), es uno de los artistas emergentes más relevantes del panorama internacional. La penúltima exposición en la que ha intervenido, All the best Artists Are My Friends (Part I), cuyo espacio y diseño ha sido realizado por el arquitecto Richard Meier y ha sido comisariada por el pintor y escultor Ray Smith, se celebró en la Mana Glass Galery de Mana Contemporary de New Jersey. En esta muestra Leary presentó su trabajo junto al de otros artistas como Aboudia, Rita Ackermann, Lili Almog, Phong Bui, Andre Butzer, Saint Clair Cemin, Francesco Clemente, Sante D’Orazio, Jamie Diamond, Aleksandar Duravcevic, Lluís Lleó, Emanuele Lo Cascio, Christopher H. Martin, Raul Mourão, Antonio Murado, Roy Nachum, G.T. Pellizzi, Javier Rodriguez Plácido, Julian Schnabel, Shelter Serra, Daniel Turner, Angel Vergara o Aaron Young.

Cartoon. Philip Guston

Escultura rodante de la serie L’Hourloupe. Jean Dubuffet, 1973

La obra de Leary, donde pueden también apreciarse entre otras la influencia del cartoonism de Philip Guston o el ciclo de L’Hourloupe de Jean Dubuffet, se caracteriza por el volumen de las formas y por varias líneas entremezcladas.

La primera de estas líneas es la que he definido como obra-hueco. Presente en “Victims and perpetrators”, el lienzo adquiere una apariencia escultórica. Como si fuera un puzzle, la ausencia de las piezas, cuya huella también se señala por las laceraciones en la tela, determina una ruptura con la totalidad visual de la obra.

Victims and perpetrators. James English Leary, 2014

La segunda es la línea caligráfica. En obras-hueco como “Suckling at the tit”, la palabra “comunism” invade el lienzo. Situadas las letras en círculos o estratégicamente colocadas, como en “The boy who changed his name to «!»” o en “The New York Pot Dealers (N.Y.P.D)”, su lectura hace referencia al título de la obra. El juego propuesto: descubrir el mensaje insertado.

El cromatismo intenso, aplicado tanto en los lienzos como en los papeles, y la modificación de la forma tradicional del soporte definen la tercera línea. En la obra “In vitro abstraction” se intensifican ambas características. En este lienzo, cuyo contorno dota a la obra de una apariencia pétrea (casi como un menhir), dos masas, una roja y otra azul, se acoplan la una a la otra en una aparente actividad celular.

Suckling at the Tit. 236 x 178 cms. James English Leary, 2014

En la serie de papeles, titulada “Rorschach Remains”, se aprecia, de forma intensa, esta fusión entre el uso del volumen, la mancha y el color. En “You can look but don’t touch”, “Flesh Pedestal”, “Id Monster” o en “We suggest this shapes”, donde se representa el nombre de “Freud”, Leary establece una vinculación entre la personalidad del artista y el público que contempla.

En definitiva la obra de Leary es un rompecabezas de símbolos y estructuras. Formas ensambladas y una declaración: el arte como juego es una afirmación del ser.
Espacio expositivo de la Galería Leyendecker en Santa Cruz de Tenerife

Notas:
1. Creado por el psiquiatra y psicoanalista suizo Herman Rorschach.
2. Tuve la oportunidad de conocer a Leary un día antes de la inauguración. En un diálogo con el artista tenía curiosidad por afirmar la posible influencia de una obra creada por P. K Hoenich que consistía en proyectar cuarenta diapositivas con formas abstractas. El título es el mismo que esta exposición: Rorschach Rapsody. Stanislav Kreitchi compondría la música para esta obra en 1991. Leary no la conocía, sorprendido ante la coincidencia, destacó la influencia de la abstracción y muy especialmente la importancia de los títulos en su trabajo.

The New York Pot Dealers (N.Y.P.D). 112 x 86 cms. James English Leary, 2014.

The boy who changed his name to «!». 137 x 96,5 cms. James English Leary, 2014

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